Leía el otro día un artículo, a interpelación de un autonombrado analista político de twitter, de esos que te nombran para que los leas, pero que no tienen a bien ni responder tus comentarios, ni leer tus artículos; como yo hice, debo reconocer que por mera cortesía. Y descubría cómo la mediocridad que puebla desde hace tiempo los medios de comunicación, se reproduce en muchos de los nuevos medios alternativos que nacen en la red. De cuyo nombre y medio, no he de acordarme.
La profundidad de su alargado texto, tenía la debilidad de poder resumirse en una frase: “Es injusto que a Podemos le exijan un Programa Electoral que las formaciones políticas tradicionales, a día de hoy tampoco tienen.”
Nada más aportaba, a no ser que fuera la inequívoca ínfula de dárselas de comprometido y profundo, por esa crítica al sistema, engordada en párrafos carentes de análisis, vaciada de datos relevantes y huérfana de la más mínima reflexión, hecho que le hubiera supuesto arriesgar esa supuesta pretensión de ser un gran analista político. Condición que al parecer tiene ganada por publicar en un medio con muchos más lectores, que un humilde blog.
La guerra abiertamente declarada contra Podemos, era su excusa para ganar atención, lectores y renombre, pero su tímida vaciedad y escrupulosa corrección política, demostraba que no era su causa.
El carro de la indignación que ha cristalizado en Podemos va a movilizar no sólo a sus futuros votantes, sino a muchas distintas voluntades con intereses bien diferentes y contrapuestos. Más de los que se imaginan buscarán su propio beneficio, agarrados a esa corriente, a la que no se puede decir que sean afectos. Pero son los que han empezado a manifestarse y evidencian enemistad, los que deberían preocupar por ahora, no sólo a los simpatizantes de Podemos, sino a todos aquellos ciudadanos que de corazón, esperan una verdadera regeneración de la vida política, económica y social.
La poderosa maquinaria del Sistema: Partidos Políticos tradicionales, Medios de Comunicación y el Poder Financiero, lleva tiempo enviando mensajes para desacreditarlos: ProEtarras, Amigos de Dictaduras, Sin Programa Electoral, Propuestas inviables económicamente, la beca de Errejón, las supuestas irregularidades en adjudicaciones de Tania Sánchez (compañera sentimental de Pablo Iglesias, TVE dixit) y las campañas que están por llegar. No son más que prospecciones sin plan articulado. Una suerte de globos sondas a la espera de encontrar un mensaje que merme y afecte electoralmente a la formación, para luego crear una estrategia acordada y consensuada por los agentes del sistema, para mantener su Statu Quo.
El optimismo nos hará inferir, con razón, que los ataques demuestran que por primera vez, desde la Transición, el poder establecido teme perder esa omnipresencia plenipotenciaria, por la que se privatizaron las grandes empresas públicas: Repsol, Argentaria, Gas Natural, Telefónica, Endesa, Tabacalera, Aldeasa, Gas Natural, Iberia o Seat entre muchas otras, que se puedan regalar 3.000 millones a las compañías eléctricas durante el gobierno de Zapatero, sin que ocurra un escándalo, compensar a Castor con 1.350 millones por unas prospecciones infructuosas, o inyectar 108.000 millones de rescate a la Banca, que todos pagaremos y que nunca serán devueltos, anteponiendo los intereses financieros a los derechos a una vivienda digna de los españoles que recoge la Constitución, y seguir permitiendo los desahucios. Sin nombrar el goteo continuo de corruptelas y prevaricaciones, con causas interminables y con culpables que, si entran a la cárcel como en el caso de Jaume Matas, rápidamente son perceptores de un tercer grado penitenciario en contra de la opinión de las instituciones penitenciarias y otorgado por un gobierno que dice luchar contra la corrupción, y que ya parece probado que se financió ilegalmente.
La denuncia en un artículo de opinión que se detiene en una menudencia innegable, sólo se explica por la falta de atrevimiento y valentía en señalar la evidencia, esa que los medios de comunicación también callan. El todopoderoso aparato del Sistema va a luchar con todas sus fuerzas y artimañas para evitar que un grupo ajeno al poder y reflejo de una población mayoritaria y desencantada, llegue a ocupar el poder político. Sus engranajes de dominio no pueden permitir que se inserte en ellas una pieza ajena y contraria a sus fines, tan alejados del bien común y tan fieles transmisores de los poderes financieros.
La guerra contra Podemos sólo acaba de empezar. Y aunque parezca que la política tradicional esté falta de respuestas y que sólo ahora empiezan a calibrar la amenaza que se cierne sobre ellos, su aparente ineptitud y mediocridad para cambiar la tendencia de las encuestas, no sólo muestra lo que son; sino la soberbia que los erige. No sólo por ellos, sino por aquellos que fuera de plano, los apoyan y mantienen. En cierta forma saben, que los otros no permitirán que el modelo cambie, de ahí surge y crece su impunidad. El mundo es global, y bajo esa globalidad se ocultan los hilos del poder económico, representados entre otros por el FMI, el Banco Mundial y las corporaciones financieras, y la apariencia de que los políticos tradicionales parecen más estar a su servicio que hacia sus votantes, se pondrá a prueba en las próximas elecciones.
Espero equivocarme, pero yo soy pesimista. Piensa mal y acertarás, dice el dicho. Aún queda un año hasta que se celebren las próximas Elecciones Generales, y me atrevo a vaticinar que las campañas mediáticas contra la nueva formación aparecidas hasta ahora van a ser un mero juego de niños, comparadas con las que vendrán.
Podemos no creo que pueda ser una solución mágica que solucione todos los males que nos aquejan. Pero si llegaran al poder, su frescura cambiaría un panorama caduco y necesitado de esperanza. Cometerían errores y su afrenta al Sistema Establecido, podría tener consecuencias inesperadas, pero económica y socialmente buscarían un modelo más justo. Encaminado a disminuir el abismo que las élites financieras están estableciendo y que quieren implantar a cualquier precio. Creo que vale la pena el intento. Claro que no creo que les dejen llegar.
La II República Española ya lo intentó, y los poderes fácticos organizaron una guerra civil, cuyas consecuencias todos conocemos. Los grupos de poder se mantuvieron durante la Dictadura Franquista, y la Democracia subsiguiente comenzó sobre la base de ese poder económico y social establecido. Cambian las caras y las formas, pero no el trasfondo. Lo más probable es que Podemos, aunque ganara, no llegue a la mayoría necesaria. Entonces asistiremos a un pacto “Nacional” entre PP y PSOE, que justificarán con un viejo slogan: “Salvar a España”.
Sólo una mayoría suficiente podrá evitarlo. ¿Pero y si se alcanza… permitirán el cambio? Se supone que deberán aceptarlo, pero su talente y herencia, atada a tantos intereses lo descarta. Esperemos que el gran pacto Anti-Podemos que se avecina, acepte las reglas del juego democrático que afirman jugar, si pierden. Sino el futuro mostrará que España no ha cambiado tanto, para mal de todos, o al menos de esa gran parte de la población que sufre los recortes, y los seguirá sufriendo.