Antonio María Rouco Varela, expresidente de la Conferencia Episcopal Española, ante la aceptación por parte del Vaticano de su renuncia al arzobispado de Madrid, cese que entrará en vigor a finales de Agosto o principios de Septiembre, ha sorprendido a propios y extraños al declarar en Trece TV, que la Iglesia Católica debería pagar impuestos. Y no sólo eso, sino que ante la perspectiva de tener mucho tiempo libre va a crear una plataforma para promover esta iniciativa.
Declaró: “Entre mis amistades vengo discutiendo, desde hace tiempo, esta posibilidad. Y estoy completamente convencido de que su coste no es tal sino una inversión, ya que va a otorgarnos a todos, ventajas a medio y largo plazo. La institución eclesiástica necesita revertir la imagen que de ella se está dando en algunos sectores, y ante la situación de crisis económica y social, es fundamental que la sociedad civil perciba que el clero está de su lado. No creo que haya mejor inversión de futuro, no sólo para la pervivencia de los valores cristianos, la fe y el aumento de las vocaciones entre los jóvenes, sino, y lo más fundamental, para dar ejemplo mundano y tangible, nosotros que tenemos, digámoslo así, una situación fiscal y bancaria, más que saneada.”
En la actualidad la Iglesia Católica está exenta de pagar la mayoría de tasas, como el Impuesto de Sociedades, y además recibe del Estado Español el 0.7% del Impuesto sobre la Renta. Pero quizá donde más puede llegar afectar, si llega a ser aceptada la propuesta por la curia vaticana, es en el pago del IBI, Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Ya que por la enorme cantidad de propiedades que posee la Iglesia Católica en España, su repercusión en las cuentas del Estado supondría un ingreso extra anual cifrado en la nada desdeñable cantidad de 3 mil millones de Euros. Una cantidad que sin duda podría dedicarse a paliar, y en muchos casos a solventar, las deficiencias sufridas en Educación, Sanidad, Servicios Sociales o Investigación y Desarrollo; por nombrar algunos campos.
Algunas voces críticas del arzobispado madrileño, apuntaban esta mañana, que esta sorprendente postura respondía al fervor que siente Rouco por el nuevo Papa, y que es una forma de ayudarlo a reformar la Institución Eclesiástica, desde fuera. Se esperan reacciones en los próximos días, tanto de las diócesis españolas, como de las italianas. Aunque corre el rumor de que el Vaticano está detrás de la iniciativa, éste aún no se ha pronunciado.