El descubrimiento de una gran estructura bajo la Esfinge gracias a la utilización de nueva tecnología basada en pulsos láser para trazar un mapa digital en tres dimensiones, ha sacado a la luz un amplio complejo situado bajo las extremidades de la famosa escultura arquitectónica de Egipto. Debido a la relevancia del lugar y a que prima la conservación de tan carismático sitio, aún no se han concedido permisos para iniciar una excavación, pero sí se ha podido introducir un pequeño robot con cámara que ha recorrido gran parte del complejo y que ha mostrado que básicamente su contenido es el de cientos de miles de rollos de papiro y algunos objetos y esculturas que aparentemente no pertenecen a civilización alguna conocida. Lo que ha hecho afirmar a los arqueólogos que sin duda es el hallazgo de una extensa biblioteca que puede contener gran parte del conocimiento y de las obras literarias y místicas perdidas de la antigüedad. La calidad de las imágenes de alta definición ha permitido certificar que los textos están escritos en griego antiguo, arameo, sánscrito, escritura cuneiforme sumeria y jeroglíficos egipcios, así como algunas formas de escritura que no concuerdan con ninguna civilización conocida.
El revuelo en la comunidad científica y arqueológica internacional ha sido tremendo y muchos académicos piden con urgencia un plan para comenzar las excavaciones, ya que consideran que en esos manuscritos se pueden encontrar claves y conocimientos perdidos durante milenios y que sin duda aportarán luz y saberes que cambiarán, no sólo nuestra visión del mundo antiguo, sino nuestra realidad y que pueden aportar un decisivo avance a nuestra civilización.
Algunos especialistas ya aventuran que quizá se puedan multiplicar por tres las obras clásicas de la cultura griega y romana que han llegado a nosotros, y que puede que muchos de esos papiros contengan parte de la extensa biblioteca perdida en el incendio de la mítica biblioteca de Alejandría, destruida por los primeros cristianos allá por el año 391, después de otras catástrofes anteriores. Otros autores esperan que entre los libros que puedan aparecer se encuentren aquellos de Hermes Trismesgito, personaje mítico y legendario que ofreció al pueblo egipcio todo el saber en 42 libros herméticos que irían desde la alquimia, la astronomía, los dioses y la naturaleza del hombre.
Esperemos que la burocracia y la conservación de uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo no impida que se pueda desenterrar tan grande hallazgo y que su estudio, que sin duda llevará décadas, comience cuanto antes porque de ser ciertas parte de las hipótesis, sin duda cambiará el mundo y nuestro conocimiento de forma radical.