El anterior presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, está siendo protagonista por su encuentro con Pablo Iglesias, ocurrido el pasado noviembre y cuyo conocimiento llegó a los medios de comunicación, con un más que evidente cabreo de Pedro Sánchez, actual líder del PSOE, que percibió el hecho como un acercamiento, pero cuyas verdaderas razones comienzan a ser dibujadas por los últimos rumores.
Y es que al parecer Zapatero, no sólo se entrevistó con la figura emergente de la nueva política nacional, sino que al parecer, le transmitió su simpatía y también su apoyo futuro, asegurándole que votaría por su candidatura en las próximas elecciones generales. Rumorología que justificaría con creces el distanciamiento y la tensión mostrada entre el actual líder del partido Socialista, y su antecesor, cuando en el último encuentro público, ninguno de los dos accedió a darse públicamente la mano, a petición de los muchos reporteros gráficos que cubrían el evento.
La magnitud y el calado del, en principio, secreto encuentro entre el expresidente y el líder de Podemos, habría tratado sobre un amplio acuerdo de apoyo, información y asesoramiento futuro en el presumible caso de que la formación de Podemos alcanzara el poder a finales de año. Zapatero le habría confiado informes secretos y presiones sufridas durante su mandato, así como información privilegiada para destapar nuevos supuestos casos de corrupción y tráfico de influencias a nivel europeo; con la intención de que parte de la inmensa deuda pública española, pudiera ser renegociada y aminorada en su cuantía. Algo que Pablo Iglesias, prometió mantener en secreto hasta que se concretaran las próximas elecciones generales, y que sólo usaría si su nueva formación política llegara al gobierno.
Los encuentros y el contacto, según fuentes oficiosas, se han seguido produciendo y seguirán teniendo lugar. Pablo Iglesias, valora la experiencia de gobierno de Zapatero sobre todo a nivel europeo, para así poder calibrar e ir planificando sus pasos una vez que accediera al poder. Aunque existen evidentes diferencias a nivel ideológico y programático, ambos creen necesario la colaboración, para que los pasos futuros en el contexto de la política europea, beneficien al Estado Español. Y Zapatero le habría hecho saber, que no duda de que Podemos ganará las próximas elecciones, y prefiere que sus dirigentes sepan qué problemas y cortapisas se encontrarán, para que en el seguro conflicto con la Troika, no sufra la economía, ni el devenir de la sociedad española.